A todos nos gusta una cocina perfectamente limpia, pulcra y reluciente en la que den ganas de estar y cocinar, pero seamos honestos, a veces la rutina del día a día puede hacer que las cosas se vuelvan un poco locas en ese espacio de la casa.
Entonces, ¿cómo se puede cocinar 3 veces al día, prepararnos para trabajar, atender a las mascotas, cuidar a los niños, realizar diligencias importantes y, al mismo tiempo, dejar la cocina en condiciones para la próxima faena culinaria?
Hoy te daremos 10 tips para ordenar tu cocina y conseguir que todos los espacios estén ordenados para conocer a fondo cuando de verdad necesitas un guardamuebles.
10 tips para ordenar tu cocina
La experiencia de llegar a casa y cocinar una cena caliente en un espacio en condiciones, depende de ti y de que apliques estos 10 tips para mantener tu cocina ordenada, limpia y funcional.
¡A los tips!
1. ¡Qué comience la purga!
Antes de ponerte manos a la obra, debes revisar todos los elementos de tu cocina y determinar qué necesitas y de qué puedes prescindir.
Piensa: ¿Es necesario? ¿Es funcional? ¿Cuándo fue la última vez que lo utilicé?
Todo se trata de comenzar desde una pizarra en blanco, y aunque es un paso que puede resultar un poco difícil para algunas personas, tienes que tener siempre en mente tu objetivo: un espacio funcional, un mesón despejado y el disfrute de cocinar en un espacio limpio y despejado.
2. Haz una limpieza profunda
Una vez has sacado todos esos utensilios o envases para conservar, regalar, vender o descartar, es momento de aprovechar que los gabinetes se encuentran despejados para limpiar a fondo.
Este es un momento en el que te relajarás, pues sin un montón de cosas abarrotando tu alacena, te sentirás más motivado para limpiar y comenzar a reubicar esas cosas que sí vas a utilizar realmente en la cocina.
3. Define las zonas para cada cosa
Antes de comenzar a reubicar todo, no olvides evaluar tu espacio en la cocina y definir zonas para cada uno de tus utensilios y envases.
Una buena manera de tener el trabajo adelantado es usar el bloc de notas o cualquier otra aplicación que te permita tomar nota de cada espacio y los elementos que almacenarás en él.
Por ejemplo:
Zona 1 (Cerca del horno o estufa).
Ollas, sartenes, vajillas, tablas de cortar, espátulas, cucharas de madera, medidoras, tazones para mezclar, etc.
4. Ubica en la posición correcta
Una vez has tomado nota del lugar de almacenamiento de cada elemento, es importante que pienses en la ubicación más práctica para cuando llegue el momento de usarlos.
Por ejemplo, aquellos utensilios que usas más, se sugiere ubicarlos de una forma más accesible, mientras que los de menos uso pueden ir más lejos, más al fondo o más arriba. Con esto evitas tener que remover todo cada vez que vayas a cocinar.
De la misma manera lo puedes hacer con la despensa, almacenando tus productos en recipientes transparentes, ya que no solamente se mantendrán mejor, sino que además podrás ver dónde se encuentra exactamente cada cosa.
5. Sé creativo
Piensa en pequeñas modificaciones que podrías aplicar en tu cocina a fin de hacer el espacio más funcional y despejado.
Quizá instalar una rejilla para colgar ollas y sartenes y liberar espacio en el gabinete, o tal vez montar un pequeño estante para las especias y ordenarlo alfabéticamente.
Todo se trata de evaluar el espacio, dejar volar tu imaginación y ponerte manos a la obra con ello.
Una vez hecho esto, es importante mantener el orden a fin de no perder el trabajo realizado, así que aplica esto:
6. Cocina en una cocina ordenada
Si tu cocina está hecha un desastre y comienzas a cocinar, simplemente no disfrutarás la comida, pues continuamente estarás pensando en toda la faena que te espera.
Lo recomendable es que antes de prender las hornillas y preparar tus alimentos, agarras borrón y cuenta nueva, pues estarás más motivado, la comida quedará mucho más rica y la disfrutarás como debe ser.
7. Utiliza los tiempos de espera sabiamente
Si estás esperando a que una olla hierva, no te quedes allí parado mirando fijamente hasta que comiencen a aparecer las burbujas, lo mejor es que aproveches ese tiempo sabiamente ordenando lo que haga falta ordenar.
Si en el mesón hay utensilios que ya no seguirás usando, entonces friegalos y guardalos, limpia los contenedores o descarga el lavavajillas. Al hacer esto te sorprenderá el ahorro de tiempo que lograrás en los tiempos intermedios.
8. Deja salir el agua del fregadero
No es para nada agradable tener que introducir la mano dentro de un fregadero con agua grasosa y llena de desechos hasta el tope. Y eso es algo que se puede evitar drenando el agua justo después de lavar los platos.
9. Limpia el fregadero
Cuando termines de lavar los platos y drenar el fregadero, procura tirar los restos de comida y limpiar la superficie, pues de esa forma estará limpio y listo para usar la próxima vez.
10. Limpia los derrames a tiempo
Cuando tenemos prisa muchas veces se nos derraman miles de cosas en el suelo o en el mesón y lo dejamos para limpiar cuando volvamos a casa, lo cual es un grave error, pues el derrame se endurece y nos obliga a invertir más tiempo en la limpieza.
Lo recomendable es actuar de inmediato y limpiar con una esponja o toallita, a fin de evitar tener que llegar a casa a eliminar una mancha que, muy probablemente, necesite remojo y cepillado.
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