Cuando la limpieza y el orden reinan en el hogar de dos personas, siempre estará presente la armonía, pero… ¿qué sucede cuando ese pequeño detalle llamado orden comienza a fallar?
La felicidad de compartir un hogar con tu pareja puede verse comprometida por la falta de organización; sin embargo, existen algunas reglas que te ayudarán a mantener el orden… y por supuesto, el amor.
Hoy es buen momento para empezar a buscarle una solución a esta situación, así que échale un vistazo a estos consejos para mantener en orden la casa viviendo en pareja.
4 consejos para organizar la casa cuando vives en pareja
Comunicación y compromiso
Como en la mayoría de los aspectos que involucran las relaciones, ambos probablemente tendrán que ceder en esta área.
Y es que, compartir una casa y un dormitorio juntos, significa encontrar un espacio común en el que ambos sean felices.
Si te gusta que todo esté reluciente, es posible que debas reducir un poco tus estándares; y si tu pareja está bien viviendo con desorden, entonces tendrás que trabajar un poco para hacerle entender y que de esa forma haya un equilibrio.
Lo importante, es que exista un esfuerzo y trabajo por parte de ambos en ese sentido, a fin de demostrar que se preocupan el uno por el otro, manteniendo la paz en la relación.
Establecer zonas ordenadas y desordenadas
Una buena idea, es establecer áreas de la casa que deban permanecer ordenadas.
Y estas deben ser áreas comunes, como mostradores de cocina o la entrada de la casa o apartamento.
Luego, también se pueden establecer áreas desordenadas, en las que la otra persona no toque las cosas del otro, ni le llame la atención para limpiarlas.
Estas áreas desordenadas pueden ser lugares de la casa donde recibes menos tráfico, como la mesita de noche o el escritorio.
Ahora bien, si tu pareja deja artículos en la zona ordenada, entonces simplemente puedes devolverlo a la zona desordenada y no tener que verlos.
Si un escritorio se ha establecido como zona desordenada, y tu pareja deja continuamente papeles por toda la mesa de la cocina, en lugar de revisarlos simplemente ubícalos en su escritorio para que él o ella lo maneje en su lugar.
De esta manera, se refuerza la idea de que sus cosas son sus cosas, y que es su responsabilidad mantenerlas en orden.
Dividir las tareas del hogar
Si sientes que siempre limpias y tu pareja no contribuye como quisieras, divide las responsabilidades de limpieza.
Si uno de los dos cocina la cena, el otro puede fregar los platos; si uno desempolva una vez a la semana, el otro se encargará de aspirar.
De esta manera, cada uno comparte las responsabilidades del hogar, y se evita que uno se sienta incómodo con el otro.
También, debes tomar en cuenta un elemento importante: estar de acuerdo con la frecuencia, ya que casi siempre es un punto de discusión.
Contratar a un ama de llave
Si todo lo demás falla, siempre puedes contratar a alguien para que se encargue de la limpieza de manera profesional.
De esta manera, puedes limpiar y ordenar la casa ligeramente, mientras otra persona se encarga de la limpieza profunda y minuciosa.
Toma en cuenta que poner en marcha nuevos sistemas y cambiar la rutina de otra persona, lleva tiempo y los resultados no llegarán de inmediato.
Dale tiempo a tu pareja para adaptarse a las nuevas reglas, y tomate tu tiempo también.
Ten en cuenta que no es un ataque personal cuando la persona desordenada ignora la solicitud para mantener limpio el espacio.
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